Hay un sinfín de personas
con diabetes, músicos, deportistas, actores, políticos,…etc. Personas
importantes que nos sirven de ejemplo e inspiración para darnos ánimos en esos
momentos críticos que todos tenemos.
Pero las personas más
importantes que hay, aun sin ser famosos, somos todos nosotros,
personas que tenemos que
enfrentar a retos inesperados que menudo descubrimos en nosotros una capacidad
de adaptación y una fortaleza que antes no imaginábamos que pudiéramos tener.
Muchos decimos que aprendemos más sobre nosotros mismos y desarrollamos una
fortaleza interior mayor, que si no nos hubiéramos enfrentado a tales retos.
Las personas que padecemos enfermedades crónicas descubrimos que, cuando
adoptamos un papel activo en el cuidado de nuestra salud aprendemos a entender
y valorar nuestros puntos fuertes y adaptarse
a los débiles como jamás habríamos hecho.
Pero esto no es
suficiente nosotros solos no lo podemos todo ya padecemos a veces la
incomprensión de la gente y la discriminación que subyace aun en la sociedad,
al negar o recatear derechos básicos a todas las personas.
Escudándose en la crisis y en otras escusas increibles que nos complican el día a día, como muestra:
-Reducir las prestaciones
a los pacientes. (Vernos empujados a usar más de una vez, agujas, lancetas y
tiras reactivas, o ir a la farmacia nosotros para conseguir más agujas, cuando
este material es de un solo uso)
-Frenar nuevos fármacos y
dispositivos.
-Falta de personal
sanitario especializado en diabetes para el tratamiento con los pacientes
-Falta de personal
sanitario en las escuelas (Los padres tenemos que ir, para hacer las mediciones
y pincharles, ya que el 68% de los niños
no sabe pincharse la insulina y el 78% no sabe la cantidad de insulina que se
tiene que pinchar, recordar que estamos hablando de niños pequeños.), por no
hablar de guarderías que llegan incluso a negar la admisión a nuestros hijos.
-El etiquetado de los
alimentos tenga en cuenta a las personas diabéticas.
-En la administración
publica hay oficios con derecho de admisión, sin razón para ello Policías, bomberos, conductor,..., y un largo
etc.
- La presión por reducir
plantillas y mejorar productividad lleva a empresas a coaccionar sus empleados con diabetes, siendo esto otro
acoso laboral más.
-Que no se “juegue a hacer política” con la sanidad publica
-Que todos los actores del Sistema Nacional de Salud (SNS) –incluidos los pacientes- dejen ideologías e intereses particulares aparte y se comprometan a darle sentido a nuestro actual sistema de salud que, aún siendo bueno, necesita ser gestionado con voluntad de servicio publico.

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